1. ¿Tengo una idea de negocio o un modelo de negocio?
Este es el gran problema de la mayoría de los emprendedores nóveles que creen que por haber tenido una idea magnifica con la que resuelven un problema o algo novedoso e innovador ya van a triunfar como startup, pero no es así. Lo primero que debemos hacer es tener claro la diferencia entre una idea de negocio y un modelo de negocio. Llevándolo a la sencillez más absoluta, la idea de negocio sería ese valor, esa solución o ese producto novedoso que tienes o se te ha ocurrido, y el modelo de negocio es la forma en que vas a ganar dinero con ello, cómo y a quién se lo vas a vender.
2. ¿Cuál es tu punto de no retorno?
Es muy importante tener claro desde el principio cuales son las condiciones que podrían darse y que harían que abandonases el proyecto. Para esto hay que ser razonable y tener los pies en la tierra. No hay que avergonzarse o preocuparse por tener una vía de escape ya desde el inicio del proyecto. En definitiva debes saber cuales son esos indicadores de que la cosa no ha salido como se esperaba y dónde está la linea.
3. ¿Cuánto dinero necesitas para empezar?
Puede sonar exagerado pero no lo es. Muchos emprendedores con su plan de empresa ya muy avanzado desconocen realmente el dinero que necesitan o no lo han calculado bien (fondo de maniobra incluido) o las fórmulas con las que pueden solventar sus dificultades –préstamos participativos, leasing, renting… O simplemente no se han puesto en contacto con ninguna entidad financiera para testar de forma inicial si les prestarán el dinero que necesitan o una parte del mismo.
4. ¿Qué van a pagar realmente tus clientes?
Es totalmente necesario saber y conocer porqué es por lo que están pagando nuestros clientes y establecer una relación de valor con el cliente. Tu precio debe ir en sintonía con la calidad que ofreces. Tienes que ver qué valor ofreces. Tú puedes ser más competitivo vendiendo más caro que la competencia, si la calidad es proporcionalmente superior a la de la competencia. No importa que tu precio sea alto, si se vende con ese criterio.
5. ¿Estás pensando en subvenciones?
Las subvenciones pueden ayudar en el desarrollo de una empresa de nueva creación, pero no puedes hacer depender tu negocio de su recepción. Lo más aconsejable es no contar con ellas y actuar del mismo modo como si no nos las fueran a conceder. Si, al final, somos afortunados y resuelven a nuestro favor, las utilizaremos en ese momento. Vamos a llevar adelante nuestro proyecto independientemente de que recibamos o no la subvención.
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